El presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, indultó hoy a los exministros, Yuri Lutsenko y Gueorgui Filipchuk, que desempeñaron las carteras de Interior y de Medio Ambiente, respectivamente, en el Gobierno de la hoy también encarcelada Yulia Timoshenko.
La liberación de ambos fue demandada anteriormente por la Unión Europea, con la que Ucrania está negociando actualmente un acuerdo de asociación. En particular, en mayo de 2012 el Parlamento Europeo condenó la “justicia selectiva” de Kiev y le exigió la excarcelación de todos los presos políticos, incluidos Lutsenko y Timoshenko.
Yuri Lutsenko, líder de un partido opositor y uno de los colaboradores más próximos de la ex primera ministra Yulia Timoshenko, fue detenido en 2010 y condenado en febrero de 2012 a cuatro años de cárcel por abuso de poder. En particular, se le acusó de incluir en la plantilla de la Policía a su chófer personal, facilitándole vivienda pública y jubilación de un oficial, y de excederse en el gasto para organizar la celebración del Día de la Policía en 2009, año de plena crisis.
El indulto para el exministro, quien siempre defendió su inocencia, fue solicitado por la Defensora del Pueblo Valeria Lutkóvskaya, quien alegó los problemas de salud que recientemente obligaron a Lutsenko a someterse a una operación.
En cambio, el otro de los exministros excarcelados, Gueorgui Filipchuk, sí pidió el indulto presidencial. El extitular de Medio Ambiente fue condenado en abril de 2012 a tres años de cárcel también por abuso de poder al contratar para su ministerio servicios de una asesoría jurídica, lo cual, según la acusación, causó daños económicos a las arcas del Estado.
Lutsenko y Filipchuk son dos de los seis presos indultados por el decreto presidencial. Según el Servicio Penitenciario de Ucrania, todos los indultados abandonaron la cárcel este mismo domingo. No obstante, ninguno de ellos podría presentarse a elecciones de cualquier nivel, puesto que sus antecedentes penales no han sido cancelados.
Entretanto, la ex jefa de Lutsenko y Filipchuk, Yulia Timoshenko, continúa cumpliendo una condena de siete años por abuso de poder, delito que, según la sentencia, cometió al firmar un acuerdo de gas con Rusia en 2009. La ex primera ministra, quien desde hace casi un año permanece ingresada en un hospital de Járkov, enfrenta además nuevos cargos de la Fiscalía General que la acusa de haber encargado en 1996 el asesinado de un diputado del Parlamento nacional. Timoshenko niega estas acusaciones y considera que se trata de un ajuste de cuentas político por parte del Gobierno actual.
