El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, pidió aclarar quién representará a la oposición siria en la nueva conferencia de paz en Ginebra promovida por Moscú y Washington.
“El objetivo número uno es tener claro quiénes representarán a las partes sirias en la conferencia”, manifestó el canciller ruso, al tiempo de recordar que el Gobierno de Damasco ya mostró su disposición a participar en el foro.
El jefe de la diplomacia rusa hizo estas declaraciones anoche tras reunirse en París con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry. El objetivo del encuentro fue discutir los preparativos de una nueva conferencia sobre Siria que ambos cancilleres acordaron previamente impulsar como continuación de la que tuvo lugar en junio de 2012.
Según Lavrov, su homólogo estadounidense le informó de que la oposición siria “sigue negociando su representación” en el encuentro de Ginebra. Tanto Rusia como EEUU defienden que la conferencia debe celebrarse “sin condiciones previas”, subrayó el ministro ruso.
Recalcó además que todos los participantes en la anterior reunión deben estar presentes en la nueva edición del foro. Al mismo tiempo, Moscú aboga por invitar a otros “países con mucha influencia en la situación en Siria”, como Irán y Arabia Saudí.
Por otro lado, el canciller ruso instó a evitar medidas que puedan impedir la convocatoria de la conferencia. “Nosotros consideramos como una de estas medidas la votación forzada en la Asamblea General de la ONU de una resolución que culpa unilateralmente de todos los pecados al Gobierno, sin hacer mención alguna de las atrocidades cometidas por los terroristas y de las violaciones del derecho humanitario internacional por parte de las fuerzas opositoras”, expresó.
Criticó asimismo la iniciativa de Catar, Arabia Saudí y otros países que intentan promover documentos similares ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Estos textos, según Lavrov, condenan solo al régimen sirio.
El titular de Exteriores de Rusia volvió a advertir contra poner una fecha límite al proceso de paz en Ginebra, así como contra sustituir a las partes sirias en la búsqueda de un acuerdo sobre el futuro de su país y en la puesta en práctica del llamado Comunicado de Ginebra, incluyendo “la creación, sobre la base de un consenso entre el Gobierno y la oposición, de una autoridad de transición que prepare reformas aceptables para todos los sirios”.
La primera reunión de Ginebra se celebró el 30 de junio de 2012 y congregó, además de los jefes de la ONU y la Liga Árabe, a los titulares de la diplomacia de la Unión Europea y de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia), así como de Turquía, Irak, Catar y Kuwait.
