La reunión del presidente de EEUU, Barack Obama, y los líderes del Congreso terminó ayer sin acuerdo necesario para poner fin al cierre parcial de la Administración, informó el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.
Según Boehner, la conversación fue “buena y agradable”, pero el presidente se negó a hablar sobre el presupuesto y la inminente subida del techo de deuda. El titular del Congreso pidió una “discusión seria” entre Obama y los legisladores para lograr una solución consensuada y zanjar así el cierre del Gobierno impuesto el pasado martes.
Por su parte, el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, indicó que el principal escollo es la reforma sanitaria impulsada por el mandatario y conocida como Obamacare. “Discrepamos fuertemente sobre Obamacare”, dijo.
Entretanto, el propio presidente advirtió anoche de que estaba “exasperado” con el empeño republicano por retrasar y dejar sin financiación la reforma sanitaria, introduciendo las correspondientes modificaciones en la ley de presupuesto, algo a lo que se opone la mayoría demócrata en el Senado.
“Estoy exasperado con la idea de que, a menos que yo diga a 20 millones de personas que no pueden tener cobertura sanitaria, ellos (los republicanos) no reabrirán el Gobierno. Es irresponsable”, sentenció Obama en una entrevista con la cadena CNBC. “Si nos acostumbramos a que haya un partido al que se le permite extorsionar, entonces cualquier presidente que venga después de mí será incapaz de gobernar de forma eficaz”, aseveró.
La Casa Blanca anunció la medianoche del lunes el cierre parcial de la Administración federal debido a la falta de acuerdo en el Congreso sobre el presupuesto para financiar las operaciones de los departamentos y agencias federales en el nuevo ejercicio fiscal que arrancó el 1 de octubre.
La drástica medida se aplica por primera vez en los últimos 17 años y afecta directamente a unos 800.000 funcionarios estadounidenses que fueron forzados a tomar vacaciones indefinidas y sin paga.
Según medios belgas, entre los afectados se encuentra parte del personal civil del Cuartel Supremo de la OTAN en Europa (SHAPE), en la localidad belga de Mons. Además, de acuerdo al diario EUobserver, la embajada de EEUU ante la Unión Europea recibió órdenes para renunciar a la asistencia a conferencias y reducir los gastos en equipos y materiales de oficina.
