Al menos 73 personas murieron y decenas resultaron heridas este martes a causa de un terremoto que sacudió la parte central de Filipinas, informaron las autoridades locales.
Según los expertos, el seísmo de hoy, de 7,2 grados de magnitud, ha sido el más potente de los últimos 23 años. Este temblor inicial, registrado a las 8:12 hora local (00:12 GMT) y con epicentro a dos kilómetros al sur de Carmen, en la isla de Bohol, y a 33 kilómetros de profundidad, fue seguido por un total de 137 réplicas durante cuatro horas.
“La magnitud, que es la cantidad de energía liberada por el terremoto, equivalió a la explosión de 32 bombas similares a la que estalló sobre Hiroshima”, dijo el director del Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología, Renato Solidum, al tiempo de advertir de que habrá nuevas réplicas durante un tiempo.
Según la Policía local, al menos 57 de las víctimas mortales corresponden a la provincia de Bohol. En la provincia de Cebú y la vecina isla de Siquijor los fallecidos se cifran en 16 personas. Además, hay unos 160 heridos en las tres provincias, que han decretado el estado de emergencia por desastre natural.
El terremoto provocó cortes en el suministro eléctrico y las comunicaciones en muchas de las zonas afectadas. No obstante, los aeropuertos de Bohol y Cebú, cerrados en un primer momento tras el seísmo, han reanudado sus operaciones. En cambio, el puerto marítimo de Bohol permanece cerrado debido a los graves daños ocasionados por la sacudida.
