El ejemplo de Siria es una muestra clara de las nefastas consecuencias de que los terroristas se hagan con el control de armas químicas, advirtió hoy el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigu.
“Lamentablemente, con el ejemplo de Siria vemos lo que ocurre si armamento químico cae en manos de los terroristas”, dijo Shoigu tras la reunión del Consejo Rusia-OTAN que se celebró hoy en Bruselas.
El terrorismo internacional sigue siendo el mayor desafío para la paz y la estabilidad en el mundo, recalcó el ministro ruso, y la posibilidad de que componentes de armas de destrucción masiva lleguen a manos de grupos extremistas, es el peor escenario.
“Es por ello que pedimos actuaciones conjuntas a nuestros socios del Consejo Rusia-OTAN para hacer frente a esta amenaza común a la paz y la seguridad internacional”, agregó.
Por otro lado, el titular de Defensa de Rusia afirmó que su país está dispuesto a colaborar en el programa de desarme químico de Damasco, si así se lo solicita la ONU. “Si nos lo solicitan, Rusia lo estudiará y estará dispuesta a discutirlo”, dijo.
Según Shoigu, en el encuentro también se constató la alarma por la situación en Afganistán y regiones limítrofes, una vez que finalice la retirada de la coalición internacional en 2014. “La decisión de retirar las fuerzas internacionales ha hecho que se activaran grupos terroristas. Están aumentando en número milicias de la oposición armada en las provincias del norte de Afganistán fronterizas con nuestros socios de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva”, indicó.
En este sentido, Rusia propuso que la cooperación en Afganistán se mantenga el año que viene como una de las prioridades del Consejo Rusia-OTAN, informó el ministro ruso.
