La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EEUU espió las conversaciones telefónicas de 35 jefes de Estado y de Gobierno, cuyos números de teléfono le proporcionó un alto cargo de la Administración norteamericana, reveló el diario británico The Guardian.
El rotativo cita un documento de la NSA filtrado por su excontratista, Edward Snowden, asilado desde el verano pasado en Rusia. El escrito pide a los funcionarios de la Casa Blanca que colaboren con el servicio secreto compartiendo sus contactos. Como parte de esta colaboración, uno de los altos cargos del Gobierno facilitó a la NSA unos 200 números de teléfono, incluidos los de 35 líderes mundiales, cuya identidad no ha trascendido.
El escándalo por la vigilancia masiva de las comunicaciones practicada por los servicios secretos de EEUU derivó en tensiones diplomáticas después de que se revelara que, además de supuestos terroristas y criminales, la NSA espió incluso a mandatarios internacionales, entre ellos a los presidentes de Brasil y México. Asimismo, hay sospechas de que la agencia pudo interceptar el teléfono de la canciller alemana, Angela Merkel.
Ante estas informaciones, Francia y Alemania, dos de los países afectados por el espionaje de EEUU, decidieron celebrar con Washington conversaciones directas sobre el asunto antes de fin de año, anunció la víspera el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, tras la primera jornada de la cumbre europea en Bruselas.
Según Van Rompuy, hay más países de la Unión Europea que podrían sumarse a la iniciativa franco-alemana, dirigida a evitar “este tipo de incidentes” en las relaciones entre los Veintiocho y EEUU.
“Los líderes de la UE expresaron la seguridad de que estas relaciones deben basarse en el respeto mutuo y la confianza, también en lo que se refiere a la labor y la cooperación de los servicios secretos”, subrayó el titular del Consejo Europeo, al advertir que la ausencia de confianza podría perjudicar “esa necesaria cooperación en la lucha antiterrorista”.
El compatriota de Van Rompuy, el primer ministro belga Elio Di Rupo, fue quien resumió de una forma más explícita el malestar europeo por el presunto espionaje estadounidense, al tacharlo de “inaceptable”.
“No podemos aceptar de nadie este espionaje sistemático y habrá que tomar medidas”, afirmó Di Rupo, al tiempo que adelantó que su país se unirá a la iniciativa de Francia y Alemania para negociar con EEUU.
