Unas 80 personas fueron ejecutadas en siete ciudades de Corea del Norte en presencia de numerosos testigos, entre ellos algunos niños, escribe hoy la prensa surcoreana.
Según Chosun Ilbo, las ejecuciones, primeras bajo el gobierno de Kim Jong-un, se produjeron el 3 de noviembre.
En cada una de las localidades fueron fusiladas una decena de personas, acusadas por el régimen de difundir materiales pornográficos, ver películas surcoreanas y poseer una Biblia.
Los “cómplices” y familiares de las víctimas fueron enviados a campos de concentración, según Chosun Ilbo.
El pasado octubre, Michael Kirby, presidente de la comisión de investigación de Naciones Unidas sobre los derechos humanos en Corea del Norte, pidió a la comunidad internacional intervenir para detener las violaciones de derechos fundamentales en el país asiático.
