La Casa Blanca y el Departamento de Estado de EEUU se opusieron a la ampliación de las sanciones contra Irán, medida propuesta por ambas Cámaras del Congreso para presionar al país persa tras el fracaso de un acuerdo en la reciente ronda de negociaciones nucleares en Ginebra.
En sendas declaraciones hechas la víspera a la prensa, los portavoces de la presidencia y la diplomacia estadounidense advirtieron a los legisladores de que imponer nuevos castigos a Teherán sería un “error”, ya que podría impedir el avance de las conversaciones e incluso forzar al Gobierno de EEUU a optar por la vía militar.
“El secretario (de Estado John Kerry) dejará claro que imponer nuevas sanciones sería un error. En este momento, estamos pidiendo una pausa, y no intentamos levantarlas”, explicó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
Kerry expondrá su punto de vista en una comparecencia ante el Congreso, en particular ante el Comité Bancario del Senado, anunció la diplomática, quien recordó que las sanciones se impusieron no solo para castigar a Irán, sino también para favorecer el progreso de las negociaciones.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, insistió a su vez que el Gobierno y el “pueblo estadounidense” prefieren la vía negociada para resolver el conflicto en torno al controvertido programa nuclear iraní.
“Los estadounidenses, justificada y comprensiblemente, prefieren una solución política que impida a Irán obtener arma nuclear, y este acuerdo, si se logra, tiene el potencial de conseguirlo”, dijo Carney, al tiempo de advertir que la alternativa a una solución política sería una “acción militar”. “Los estadounidenses no quieren un avance a la guerra”, recalcó.
EEUU y otros países occidentales sospechan que la República Islámica podría desarrollar armas nucleares bajo la cobertura de un proyecto de energía atómica civil. El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó en reiteradas ocasiones que no descarta una opción militar para impedirlo.
La semana pasada, la ciudad suiza de Ginebra acogió una nueva ronda de negociaciones nucleares entre el Grupo 5+1 (China, EEUU, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) e Irán, que a pesar de no derivar en un acuerdo histórico, como esperaban algunos expertos, registró importantes avances y fijó la fecha de la próxima reunión, que tendrá lugar el 20 de noviembre.
