El número de fallecidos por el H1N1, un virus conocido también como “gripe porcina”, durante la pandemia de 2009-2010 pudo rondar las 203.000 personas, una cifra 10 veces superior a las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Así se desprende de un estudio publicado en la revista PLOS Medicine. Sus autores recuerdan que la OMS registró un total de 18.449 muertes a causa de la cepa pandémica. No obstante, estas estimaciones recogen solo casos diagnosticados y confirmados oficialmente, mientras que la mayoría de los enfermos no se sometieron a ninguna prueba de laboratorio.
El equipo de investigadores, encabezado por Lone Simonsen de la Escuela de Salud Pública y Servicios de Salud de la Universidad George Washington (EEUU), analizó informes semanales de enfermos y muertos por el virus emitidos en 21 países que acaparan el 35% de la población global. Mediante métodos estadísticos, los científicos extrapolaron las conclusiones de su análisis al resto del planeta obteniendo la cifra de 203.000 fallecidos.
Si se toman en cuenta no solo las muertes por neumonía u otras afecciones respiratorias provocadas por el H1N1, sino que también las causadas por problemas cardiovasculares y de otros órganos que la gripe puede agravar, el balance mortal de la pandemia superaría las 400.000 personas, señalan los autores del estudio.
Por otro lado, el trabajo reveló que entre el 62% y el 85% de los casos mortales se registraron entre pacientes menores de 65 años, un dato muy distinto a las estadísticas de la gripe convencional.
“Hemos detectado que la mortalidad afectó en gran medida a personas jóvenes y a residentes de ciertas regiones de las Américas”, concluye Simonsen.
