El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, recomendó hoy a la Organización del Tratado del Atlántico Norte no inmiscuirse en la crisis política de Ucrania, por tratarse de un asunto interno.
La OTAN adoptó la víspera una declaración que condena “el excesivo uso de la fuerza contra manifestantes pacíficos” en Ucrania e insta a las partes a “evitar provocaciones y violencia”.
“No sé por qué la OTAN adopta tales declaraciones ni por qué el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, responde a la pregunta de si Rusia podría enviar tropas a Ucrania. ¿A qué vienen esas preguntas? Están tergiversando el cuadro”, señaló Lavrov al término de una reunión que el Consejo Rusia-OTAN celebró hoy en Bruselas.
Agregó que semejantes señales “pueden crear en mentes perversas, febriles una noción absolutamente incorrecta de lo que está pasando”.
“Partimos de que se trata de un asunto interno de Ucrania”, resaltó.
El ministro expresó la confianza en que políticos ucranianos sabrán rencauzar la situación en el marco constitucional.
“Abogamos por ello y pedimos que nadie se inmiscuya en esta situación”, dijo.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, indicó que la crisis en Ucrania “no ha figurado en la agenda” de la reunión de hoy, aunque “algunos miembros han planteado este asunto”.
En noviembre pasado, el Gobierno de Ucrania suspendió los preparativos para la firma de un acuerdo de asociación con la UE, decisión que fue seguida por manifestaciones proeuropeas en Kiev y otras ciudades del país. La represión de una protesta en la capital caldeó los ánimos y multiplicó el número de los manifestantes que llegaron a enfrentarse con las fuerzas del orden y a exigir la dimisión del Gabinete y del presidente.
