El Gobierno de Sudáfrica ha preparado una serie de actos de homenaje al expresidente del país, Nelson Mandela, fallecido la víspera a los 95 años en su casa de Johannesburgo, que culminarán al menos dentro de una semana con un funeral de Estado en su aldea natal, informó la CNN.
Según fuentes del Ejecutivo sudafricano citados por la cadena, los restos mortales del nobel de la paz se trasladarán en los próximos tres o cuatro días a un hospital militar donde serán embalsamados. A continuación, el estadio de Johannesburgo, en el que se disputó la final del Mundial de fútbol de 2010, acogerá un gran funeral por el exmandatario al que asistirán los jefes de varios Estados.
Posteriormente, en la sede del Gobierno sudafricano en Pretoria se instalará la capilla ardiente y el cuerpo de Mandela permanecerá allí bajo una cúpula de cristal durante varios días.
Los actos de homenaje culminarán con el funeral de Estado en la aldea de Qunu donde nació hace 95 años el primer presidente negro de Sudáfrica y a la que sus restos llegarán a bordo de un avión militar el próximo 12 o 13 de diciembre. El propio Mandela quería ser enterrado en su localidad natal. Se prevé que la ceremonia fúnebre congregue a numerosos líderes mundiales.
El entierro se celebrará en la intimidad de la familia y amigos de Mandela.
Presidente de Sudáfrica entre 1994 y 1999, Nelson Mandela había pasado 27 años en la cárcel por su lucha contra el apartheid, el abominable sistema discriminatorio que existió en su país durante casi medio siglo. Su militancia en defensa de los derechos de la población aborigen le mereció el Premio Nobel de la Paz de 1993.
