Las autoridades y fuerzas rebeldes de Sudán del Sur firmaron un alto al fuego para poner fin a la violencia que ha causado miles de muertos y centenares de miles de refugiados en el recién creado país africano.
El acuerdo fue firmado la víspera tras negociaciones que comenzaron a principios de este mes de enero en Adís Abeba, capital de Etiopía.
El armisticio fue complementado con un protocolo sobre once partidarios del ex vicepresidente del país, Riak Mashar, actualmente encarcelados por intentona golpista. De acuerdo a los términos del armisticio, los once detenidos participarán en ulteriores negociaciones de paz, después de que concluya un proceso en su contra.
El acuerdo firmado en Adís Abeba también establece la retirada de todas las tropas extranjeras del país, en particular las tropas de Uganda que abiertamente apoyaron a una de las partes enfrentadas participando en los combates.
Se espera que el alto fuego entrará en vigor las próximas 24 horas, pero según la prensa, la población de Sudán del Sur ve con mucho escepticismo el resultado de las negociaciones al constatar que el acuerdo alcanzado solo soluciona una parte de los agudos problemas que afronta el nuevo país africano.
Los enfrentamientos armados en Sudán del Sur comenzaron el pasado 15 de diciembre en la capital del país, Yuba, y poco después se extendieron a otras regiones.
En los combates participaron militares pertenecientes a dos principales grupos étnicos de Sudán del Sur, nuer y dinka, las mayores del país africano.
Por su parte, el presidente sursudanés, Salva Kiir, afirmó que en el país se había producido una intentona golpista, y acusó de ella al antiguo vicepresidente, Riak Mashar, destituido del cargo hace varios meses.
Al respecto, la prensa destaca que mientras que Kiir es de origen dinka, Mashar pertenece a la etnia nuer.
Según la ONU, el conflicto en Sudán del Sur ocasionó más de mil muertos y más de400.000 refugiados.
