La destrucción de las armas químicas de Siria a bordo del buque estadounidense Cape Ray no causará prejuicios al medio ambiente, declaró el Pentágono.
“Todos los residuos producidos por la hidrólisis en el buque Cape Ray serán trasladados de forma segura a las instalaciones que establezca la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)”, indica un comunicado de la entidad castrense estadounidense.
La nota añade que a consecuencia de procesos tecnológicos a bordo del Cape Ray ningún tipo de productos serán vertidos al mar o al aire y que las actividades previstas en el buque se corresponden con todas las normas y acuerdos internacionales.
Ayer, lunes, el Cape Ray zarpó del puerto de Portsmouth, en el estado de Virginia, y según el plan previsto, el armamento químico a bordo del buque danés Arc Futura será transferido al buque estadounidense a comienzos de febrero.
Según la OPAQ, la destrucción del armamento químico de Siria en el Cape Ray deberá concluir en el plazo de dos meses y ayer la segunda partida de substancias químicas había sido trasladada fuera de Siria desde el puerto de Latakia. La primera partida fue evacuada de Siria el pasado 7 de enero.
Por otra parte, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que el portamisiles nuclear ruso Pedro el Grande junto con un buque de China garantizó la seguridad de buques de Dinamarca y Noruega que transportan la segunda partida de armamento químico sirio.
“Los buques en la zona prevista ejecutaron la misión de escolta de dos buques especiales de carga Arc Futura y Taiko”, precisaron las fuentes del departamento militar ruso.
Recordaron que el pasado 7 de enero, el Pedro el Grande y el buque chino Yancheng custodiaron la primera partida de armas químicas desde Latakia hasta el lugar de destino.
