La Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania aprobó anoche una ley de amnistía que dejará libres de cargos a todos los manifestantes detenidos durante las protestas y disturbios, salvo los acusados de delitos muy graves.
Sin embargo, la amnistía, que obtuvo 232 votos, seis más de los necesarios, entrará en vigor una vez que los manifestantes desalojen los edificios gubernamentales y las administraciones locales que han ocupado. Esta es la principal diferencia entre el documento aprobado y el resto de los cuatro proyectos de ley presentados.
Tras la aprobación de la amnistía, el presidente de la Rada, Vladímir Ribak, dio por concluida la sesión extraordinaria que se había convocado para buscar una solución a la grave crisis política del país.
Uno de los líderes de la oposición ucraniana, Oleg Tiagnibok (Svoboda), consideró “ilegítima” la amnistía ya que, según él, se aprobó con violación del procedimiento legislativo, y afirmó que el Maidán “no se disolverá”.
A su vez, Vitali Klitschko, del partido Udar, opinó que la nueva ley no favorecerá la resolución de la crisis y solo conducirá a una mayor tensión en la sociedad ucraniana. “En lugar de rebajarse el grado de crispación, el ambiente se irá caldeando”, auguró.
