El canciller ruso Serguéi Lavrov cree que el comunicado de Ginebra del 30 de junio de 2012 debe ser cumplido en su totalidad sin ser “tergiversado”.
En opinión del jefe de la diplomacia rusa, los países occidentales centran sus esfuerzos únicamente en la necesidad de “crear un órgano de transición” en Siria.
“Encima este objetivo es interpretado como uno que implica el cambio del régimen”, dijo Lavrov a la prensa.
Al mismo tiempo, se obvian asuntos como “la lucha contra el terrorismo, el cese de la violencia” y la creación de condiciones idóneas para el suministro de ayuda humanitaria a la población civil.
Al comentar el proyecto de la resolución sobre Siria, que Rusia presentará ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Lavrov explicó que es un documento independiente y no unas enmiendas que la parte rusa quiso introducir en el proyecto redactado por Luxemburgo, Australia y Jordania.
“Es nuestra visión del papel que debe jugar el Consejo de Seguridad para contribuir al arreglo (sirio)”, indicó.
Favorecer “el antagonismo entre las partes del conflicto” solo hará que un bando se siente discriminado y el otro, “en este caso, la oposición”, piense que todo está permitido.
Otro documento que Rusia planea abordar con los miembros del Consejo de Seguridad, y cuya discusión está ahora en “la fase inicial”, es un proyecto sobre la lucha antiterrorista en Siria.
