El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Frank Walter Steinmeier, calificó de horrible el brote de violencia en Ucrania y pidió a las fuerzas del orden y a los radicales poner fin a la violencia.
“Urge hacer una pausa. Encarecidamente pido renunciar a la violencia. Esto se refiera a las fuerzas de seguridad y también a los elementos radicales entre los manifestantes”, dijo Steinmeier.
“Ucrania está pagando muy caro la táctica de espera adoptada por el presidente del país, Víctor Yanukóvich, y su negativa a conversaciones serias para la solución pacífica del conflicto y la reforma de la Constitución es un gran error. Ahora hay que crear las condiciones para reactivar el proceso de conversaciones políticas”, subrayó el ministro.
Añadió que la responsabilidad por la distensión de la situación recae en primer lugar sobre Yanukóvich, su gobierno y las fuerzas del orden.
Por su parte, el papa Francisco expresó preocupación por los acontecimientos en Ucrania y pidió a las partes buscar salidas pacíficas al conflicto.
“Pido a todas las partes poner fin a todo tipo de violencia y comenzar la búsqueda de la reconciliación y la paz para el país. Con preocupación en el corazón sigo lo que ocurre los últimos días... y rezo por los muertos, heridos y sus familiares”, dijo el pontífice.
Ayer, Kiev vivió la jornada más sangrienta desde el inicio de las protestas en noviembre pasado, con al menos 25 muertos y centenares de heridos en los violentos disturbios y choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
La Policía denunció el uso de armas de fuego por parte de opositores radicales, informando sobre 74 agentes hospitalizados por heridas de bala.
