El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, instó a Rusia a paliar la tensión en torno a Ucrania y declaró que, en caso contrario, la situación en este país “influirá profundamente” las relaciones entre Estados Unidos y Rusia.
“Si Rusia no toma medidas inmediatas y concretas para aliviar las tensiones, la situación (en Ucrania) influirá profundamente en las relaciones entre EEUU y Rusia y el prestigio internacional ruso”, dijo Kerry.
Añadió que había conversado con varios homólogos suyos que “son unánimes” en la estimación que le dan a la crisis.
“Vamos a trabajar en estrecho contacto para apoyar a Ucrania y su pueblo en este momento histórico”, anunció.
A la vez, indicó que en los próximos días se celebrarán consultas urgentes sobre Ucrania en el Consejo de Seguridad de la ONU y la OSCE donde Rusia, como uno de los principales países miembros, podrá participar activamente para “conseguir que sus intereses se tomen en consideración”.
Según Kerry, EEUU reconoce los lazos que existen entre Rusia y Ucrania y comprende la preocupación de Moscú por la situación de la minoría rusa en el país vecino. Sin embargo, señaló que el problema se debe solucionar sin infringir la soberanía y la integridad de Ucrania.
Mientras, el sábado el presidente de EEUU, Barack Obama anunció por teléfono a su homólogo ruso, Vladímir Putin, que Washington suspende los preparativos para la cumbre del G8 en Sochi.
En respuesta, Putin indicó que existe una verdadera amenaza para los rusos y rusoparlantes en Ucrania y llamó la atención a las acciones provocativas de los ultranacionalistas, de hecho, respaldados por las nuevas autoridades ucranianas.
Más tarde, el Ministerio de Exteriores de Canadá también anunció que interrumpe los preparativos para la cumbre y convocó a su embajador para consultas.
