El presidente de EEUU, Barack Obama, declaró que confía en la pronta normalización de la situación en Ucrania.
“Es posible que podamos lograr una desescalada de la tensión en los próximos días o semanas, y a esto le dedicamos mucho tiempo”, dijo Obama, al acusar a Rusia de intentar “influir en la situación por medio de usar fuerza contra el pueblo ucraniano”.
Ayer, el presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que en Crimea no hay tropas rusas sino fuerzas de autodefensa, y que lo sucedido en Ucrania fue un golpe anticonstitucional y una toma armada del poder.
“Lo que pasó en Kiev y en Ucrania en general solo se puede calificar de una manera: como un golpe anticonstitucional y una toma armada del poder”, dijo Putin a los periodistas al añadir que “no hay quien pueda cuestionarlo”.
Putin también dijo que el parlamento ucraniano es en parte legítimo, pero el resto de instituciones y nombramientos no lo son.
En cuanto a la posibilidad de enviar tropas rusas a Ucrania, tras recibir la correspondiente autorización del Senado, Putin dijo que “por el momento no es necesario, aunque sí posible”.
Obama dijo estar de acuerdo en que el presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, destituido por el parlamento, haya sido elegido democráticamente, pero resaltó que en Ucrania muchos consideran que no cumplió con sus funciones como presidente.
Aseguró también que EEUU no estuvo implicado directamente en el desarrollo de la situación en Ucrania.
“La crisis en Ucrania fue consecuencia de su decisión (de Yanukóvich) de no firmar un acuerdo que orientaría su economía un poco más hacia Occidente. Esto desestabilizó la situación, y en un comienzo solo intervenimos para impedir la violencia en el país, y entonces lo logramos”, dijo Obama.
El presidente estadounidense no mencionó sin embargo que en febrero en Kiev ocurrieron disturbios masivos en los que murieron más de 80 personas.
Rusia considera que la legitimidad de las actuales autoridades ucranianas es cuestionable porque los líderes de la oposición no cumplieron el acuerdo sobre la reforma política firmado por Yanukóvich y la oposición, y también porque el parlamento al destituir a Yanukóvich no cumplió las normas constitucionales de impugnación y solo se limitó a constatar que supuestamente había renunciado a sus funciones.
La semana pasada, Yanukóvich dijo que se consideraba presidente legítimo de Ucrania, la misma postura ha sido expresada por Rusia.
