La organización del flujo inverso de gas a Ucrania de Eslovaquia o Hungría tendrá como consecuencia el cese de suministros del gas ruso a la UE, opina el embajador de Rusia ante los Veintiocho, Vladímir Chizhov.
“Se habla mucho de organizar el flujo inverso (de gas desde Europa a Ucrania). Por decirlo de una manera simple, es imposible transportar el gas por una tubería en ambas direcciones a la vez. Por tanto, el flujo inverso, ya sea desde Eslovaquia o desde Hungría, tendrá como resultado el corte de los suministros del este al oeste, es decir hacia la Unión Europea”, dijo Chizhov a los periodistas.
Advirtió que la medida supondría también una violación de los acuerdos con la rusa Gazprom.
“Aunque sí es posible desde el punto de vista tecnológico, económicamente resultará mucho más caro, según indican expertos independientes. El precio será entre un 15% y un 20% superior al del gas suministrado a Ucrania de Rusia”, dijo el diplomático.
Además, llamó a “tomar en consideración las declaraciones de funcionarios del Gobierno eslovaco que se oponen a esa opción”.
El ministro de Energía de Ucrania, Yuri Prodan, declaró con anterioridad que se está negociando la opción del flujo inverso pero señaló a la vez que Kiev aún no puede renunciar a hidrocarburos rusos.
A finales del año pasado, Rusia y Ucrania acordaron rebajar el precio de gas hasta 268,5 dólares por 1.000 metros cúbicos. Debido a las deudas de la contraparte ucraniana, Gazprom suspendió a partir de este mes el descuento concedido en diciembre, con lo que el precio de gas para el país vecino aumentó de 268,5 a 385,5 dólares por 1.000 metros cúbicos.
Más tarde, el monopolio gasista ruso elevó la tarifa a 485 dólares, tras eliminar otro descuento que se acordó en 2010 a cambio de la prórroga de la permanencia de la Flota rusa del mar Negro en Sebastopol.
