La escalada de tensión en Ucrania continúa y Occidente prefiere interpretar los sucesos en las regiones orientales del país eslavo como producto de la influencia de Moscú, dijo a esta agencia el director de la revista Rusia en la Política Global, Fiodor Lukiánov.
"Es evidente que la situación se caldea políticamente. Los países occidentales presionan con fuerza a Rusia y prefieren interpretar los sucesos en el este de Ucrania como producto de la influencia rusa", indicó.
La situación en el este de Ucrania se agravó el martes. Anteriormente, el presidente interino del país, Alexandr Turchínov, anunció el inicio de una operación a gran escala con la participación del Ejército.
El martes pasado, las fuerzas de seguridad ucranianas lanzaron un operativo para recuperar el control de un aeródromo próximo a las ciudades de Kramatorsk y Slaviansk, en el este de Ucrania. Según distintas fuentes, en el asalto murieron entre cuatro y once miembros de autodefensa.
En opinión de Lukiánov, esta escalada de tensión es una "maniobra" emprendida de cara a la reunión cuatripartita del próximo jueves en Ginebra. Sus participantes –EEUU, Rusia, Ucrania y la UE– buscarán una solución a la crisis política ucraniana.
"Se trata de una maniobra relacionada en gran medida con la cumbre del jueves. Las partes intentan mejorar sus posiciones. Será un encuentro muy importante en este momento casi crucial, cuando hay que elegir entre el proceso democrático y la exhibición de la fuerza", señaló el experto.
