Los acuerdos alcanzados ayer durante la reunión cuatripartita sobre Ucrania en Ginebra contribuirán a tranquilizar al este del país, opina el alcalde de Donetsk, Alexandr Lukiánchenko.
En el encuentro de Ginebra, que se celebró con participación de jefes de la diplomacia de Moscú, Kiev, Washington y la UE, se proclamó la necesidad de desarmar a las milicias, desalojar los edificios ocupados y conceder una amnistía para los protagonistas de las protestas en Ucrania, excepto los que han cometido delitos de gravedad.
Según el canciller ruso Serguéi Lavrov, el principal resultado de la cita es el reconocimiento de que les incumbe a los ucranianos resolver la crisis en su país. El ministro declaró además que Moscú no tiene “ninguna intención” de introducir tropas en Ucrania, a la que calificó de "país amigo".
“Creo que los acuerdos de Ginebra contribuirán a tranquilizar a la población. Se han hecho declaraciones muy esperanzadoras. Las autoridades (rusas) volvieron a disipar las preocupaciones de que el sureste (de Ucrania) esté ocupado por otro país”, dijo Lukiánchenko los periodistas este viérnes.
Señaló que “cada negociación que se traduce en suscripción de acuerdos trae resultados” siempre y cuando “todas las partes cumplan lo acordado”. “Solo entonces habrá avances en la resolución de la actual crisis política (en Ucrania)”, agregó.
Lukiánchenko advirtió además de que “la crisis política amenaza con transformarse en una económica” y “entonces será mucho más difícil atender los problemas urgentes”.
Las provincias de Donetsk, Lugansk y Járkov, en el este de Ucrania, son desde marzo pasado escenario de protestas a favor de la federalización del país.
Esta semana, las autoridades de Kiev lanzaron una operación especial con participación del Ejército en la provincia de Donetsk para atajar lo que consideran el auge del “separatismo”. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró ayer que el empleo de la fuerza en el este de Ucrania “es otro crimen” del nuevo Gobierno ucraniano que Moscú considera ilegítimo.
