El presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, declaró que es necesario garantizar la celebración de unas presidenciales transparentes para legitimar a las nuevas autoridades del país.
“La legitimación del poder puede lograrse solo mediante unos comicios presidenciales honestos y transparentes (…). Las fuerzas de orden y dirigentes de las regiones deben garantizar la seguridad de su celebración”, dijo.
También exigió garantizar las elecciones en las provincias del este del país, donde desde marzo pasado continúan protestas de los partidarios de la federalización. “Debemos hacer lo máximo para garantizar a los habitantes de las provincias de Donetsk y Lugansk el derecho a elegir al presidente de Ucrania”, agregó.
Turchínov dio la orden de crear en cada provincia “batallones de defensa territorial que se podría trasladar con rapidez a otras regiones”. Dijo que las autoridades quieren apoyarse no solo sobre los militares profesionales sino también sobre los “patriotas”.
Anteriormente, el líder del movimiento extremista Pravy Sektor, Dmitri Yarosh, declarado en busca y captura en Rusia, prometió participar en la formación de tales batallones.
El líder del movimiento social “Sureste” y candidato a la presidencia por el Partido de las Regiones, Oleg Tsariov, tras sufrir varios ataques y verse imposibilitado de reunirse con el electorado, retiró la víspera su candidatura para la presidencia del país. Dijo que Kiev lo privó de la posibilidad de que el resto de Ucrania escuche la voz de las regiones del este.
El pasado 22 de febrero, el Parlamento de Ucrania destituyó al presidente Víctor Yanukóvich, enmendó la Constitución en vigor y convocó elecciones presidenciales para el 25 de mayo. La legitimidad de esas decisiones fue cuestionada por Moscú y provocó el rechazo en las regiones del este de Ucrania que respondieron con protestas a favor de la federalización.
Kiev lanzó una operación especial con participación del Ejército para dispersar las concentraciones de los partidarios de la federalización y atajar lo que considera un “auge del separatismo”.
