Rusia condena los ataques de islamistas contra la oficina del gobernador de la ciudad de Kidal en Malí, señaló el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores en un comunicado publicado en su página web.
“Moscú censura categóricamente los ataques de los extremistas que provocan la escalada del conflicto. Exigimos el cese inmediato de la violencia y la liberación de todos los rehenes”, indica la nota.
La cancillería insiste en que las partes “arreglen la situación a través de un diálogo inclusivo y una reconciliación nacional, conservando la integridad territorial de la República”.
Anteriormente se informó de sangrientos enfrentamientos en la ciudad de Kidal, en el noreste del país, entre el Ejército gubernamental y los miembros del grupo islámico Yihad que provocaron decenas de muertos y heridos.
Los islamistas asaltaron la oficina del gobernador. Unos 30 funcionarios de Kidal fueron retenidos en calidad de rehenes.
El Gobierno maliense responsabiliza del ataque al Movimiento Nacional por la Liberación de Azawad (MNLA), que lucha por la independencia de esta región del desierto del Sahara.
La situación en Malí empeoró tras el derrocamiento del régimen de Muamar Gadafi en Libia. El éxodo de las tribus tuareg que gozaban de la protección por parte del exlíder libio, provocó una guerra separatista y el surgimiento en abril de 2012 del Estado Independiente de Azawad, que ocupa dos tercios del territorio nacional.
Actualmente, la ONU mantiene en el país africano más de 7.460 uniformados que integran la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA). También Francia está representada en su antigua colonia por un contingente militar de 1.600 efectivos, según los datos del Ministerio galo de Defensa que corresponden a mayo de 2014.
