Las elecciones al Parlamento Europeo comenzaron este jueves en los Países Bajos y el Reino Unido, los dos primeros en el calendario de la votación de los Veintiocho.
Los países de la UE elegirán entre este jueves y el domingo próximo a 751 diputados de la Eurocámara. Los escaños se distribuirán en función del número de los habitantes. Así, Alemania delegará a 96 diputados, Francia, a 74, Italia y el Reino Unido, sendos a 73, España, a 54 y Polonia, a 51; mientras que Estonia, Luxemburgo, Malta y Chipre contarán con tan solo seis representantes.
El Parlamento Europeo anunciará los primeros resultados a partir de las 21.00 GMT del domingo, cuando concluya la votación en Italia. Hasta entonces estarán disponibles los datos de sondeos a pie de urna en los países que tienen autorizadas las encuestas de este tipo.
Muchos analistas opinan que estos comicios marcarán un triunfo de los euroescépticos, políticos de derecha y de extrema derecha, que gozan de cada vez mayor apoyo popular en varios países europeos. Las propuestas de restringir la inmigración, restablecer las fronteras, renunciar al euro e independizar la economía nacional ganan adeptos en medio de la crisis económica y de la identidad europea, provocada por la constante ampliación de la UE.
Según los resultados de los últimos sondeos de opinión pública, presentados por la Eurocámara, TNS Opinion y VoteWatch Europe, el Parlamento de la nueva legislatura puede llegar a integrar a unos 150 diputados derechistas.
Sin embargo, según René Schwok, investigador del Instituto de Estudios Globales de Ginebra, el eventual triunfo de la derecha no afectará el funcionamiento de las instituciones europeas a corto plazo, aunque sí podría indicar el inicio de una época de cambios históricos en la UE.
Mientras, los líderes actuales –el centroderechista Partido Popular Europeo, la centroizquierdista Alianza Progresista de Socialista y Demócratas y la liberal Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa– confían en preservar la mayoría en la Eurocámara, aunque, según expertos, ninguno de los grupos conseguirá una mayoría absoluta.
Schwok descarta asimismo la posibilidad de coaliciones en el sentido tradicional de la palabra. En su opinión, los grupos buscarán aliados para cada asunto concreto en la agenda de la Eurocámara. Por tanto, opina, no habrá cambios sustanciales en la política del legislativo.
Este año, a diferencia de las elecciones anteriores, los resultados en las urnas pueden repercutir en la elección del jefe la Comisión Europea, en virtud del Tratado de Lisboa que supone una relación directa entre los resultados de las legislativas y las candidaturas al presidente del órgano ejecutivo de la UE, lo que otorga una ventaja potencial al representante del partido ganador.
