Los datos de participación electoral en las presidenciales de Ucrania tienen carácter condicional y difícilmente pueden ser considerados objetivos, opina Viacheslav Níkonov, diputado y politólogo ruso.
El domingo pasado en Ucrania, en medio de una grave crisis política y la operación militar en el Este como fondo, se celebraron las elecciones presidenciales y locales. A las 8 de la tarde la asistencia electoral a los 186 colegios era del 60,36%, afirmo la Comisión Electoral Central (CEC) de Ucrania.
El multimillonario Piotr Poroshenko obtuvo el 53,72% de los votos en las elecciones anticipadas con el 60,15% de los sufragios escrutados. La ex primera ministra, Yulia Timoshenko, se mantiene en la segunda posición con el 13,08% de los votos.
En este caso, sostuvo Níkonov, la participación no tuvo sentido alguno.
“Creo que, lo más probable, se la han inventado”, dijo Níkonov a Nóvosti.
“Ya nos comunicaron de antemano que las elecciones del 25 de mayo no tendrán segunda vuelta porque Poroshenko ganaría ya en la primera; y así ocurrió”, constató.
A juicio del politólogo, los resultados y la participación real de estas elecciones son ya imposibles de recuperar.
En Ucrania ni siquiera funcionan los mecanismos electorales, por lo que las cifras tienen un carácter muy relativo, insistió.