Los periodistas de la cadena televisiva rusa Zvezdá detenidos la semana pasada relataron que los militares les llevaron con bolsas en la cabeza hasta la frontera rusa pero antes de entregarles a los diplomáticos ucranianos les dejaron lavarse.
El cámara Andréi Sushenkov y el técnico de sonido Antón Málishev, que habían viajado a Ucrania para cubrir la investidura del presidente Piotr Poroshenko, fueron detenidos el viernes bajo sospecha de espionaje por la Guardia Nacional de Ucrania en las afueras de Slaviansk, de la provincia de Donetsk en el este de Ucrania.
Más tarde los periodistas rusos fueron entregados al Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y el lunes por la noche quedaron liberados.
"Nos llevaron a una tienda de campaña donde (los militares ucranianos) realizaron todos los interrogatorios. Primero me hicieron entrar a mí, con una bolsa en la cabeza y las manos esposadas. Y después, a Andréi (Sushenkov)”, comunicó Málishev.
Añadió que les dijeron que iban a salir para Rusia porque las autoridades habían llegado a un acuerdo.
Málishev dijo que les llevaron a la frontera con Rusia, acompañados al principio por militares y luego por diplomáticos ucranianos.
"Cerca de un pueblo nos lavaron en el departamento local del SBU, donde nos metieron en otro coche, con la gente más adecuada. Los militares ucranianos nos llevaron a una frontera municipal o regional y nos entregaron a sus diplomáticos que nos transfirieron a Rusia en la frontera rusa", dijo.
