El embajador de Ucrania ante la ONU, Yuri Serguéev, anunció a periodistas extranjeros que solo después de que su colega ruso, Ígor Korneliuk, que murió ayer cerca de Lugansk, fuera transportado al hospital, se supo que era reportero.
Este martes, un mortero impactó junto a un grupo de reporteros en las afueras de Lugansk causando siete heridos. El corresponsal de la empresa mediática rusa VGTRK, Korneliuk, en estado grave, murió en el quirófano. Otro miembro del equipo, Antón Voloshin, se daba por desaparecido pero más tarde otro miembro del equipo, el cámara Víctor Denísov, que se salvó de milagro, identificó su cuerpo en el depósito de cadáveres.
El primer ministro de la autoproclamada República Popular de Lugansk, Vasili Nikitin, declaró que el fuego de morteros fue abierto por la Guardia Nacional de Ucrania.
“La mañana del martes un grupo de terroristas atacó las tropas ucranianas cerca de Lugansk. El Ejército contratacó. En el combate murieron diez terroristas, muchos resultaron heridos. Entre ellos estaba el periodista ruso. Solo en el hospital se supo que Ígor Korneliuk era reportero”, dijo el embajador ucraniano a añadir que los periodistas no siguieron las recomendaciones de Kiev de llevar equipamiento de protección.
Mientras, el cámara Denísov indicó que todos los miembros del equipo tenían señalado que eran periodistas.
Serguéev hizo esas afirmaciones después de que el Consejo de Seguridad de la ONU publicara una declaración que llama a investigar todos los casos de violencia contra los periodistas en Ucrania y manifiesta preocupación por las detenciones y agresiones contra los reporteros.
Previamente, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) afirmó que Ígor Korneliuk no estaba acreditado, pese a que el 9 de mayo de 2011 Kiev abolió la norma que requería de los reporteros extranjeros poseer una acreditación del Ministerio de Asuntos Extranjeros de Ucrania para trabajar en el país.
