Más de 1.000 personas murieron y 658 resultaron heridas del 5 al 22 de junio a raíz de la ofensiva yihadista del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), informó hoy un portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville.
Colville, citado por AFP, dijo que esta cifra debe interpretarse como “un mínimo” y que tres de cada cuatro víctimas mortales son civiles.
El avance del EIIL provocó al menos 757 muertos y 599 heridos entre la población civil de las provincias iraquíes de Nínive, Diyala y Saladino, en el norte y el oeste de Irak.
Otros 318 muertos, no necesariamente civiles, y 590 heridos corresponden a Bagdad y las áreas situadas al sur de la capital iraquí.