Una comisión de observadores de derechos humanos ha denunciado la dramática situación de los ciudadanos en situación irregular que se encuentran a ambos lados de la valla fronteriza de Melilla, ciudad autónoma española en territorio africano.
Los emigrantes son víctimas de “violencia policial, hacinamiento en centros de internamiento, desatención sanitaria y, en el caso de menores sin acompañante, abandono”, afirman.
"Las denuncias de ONG españolas y marroquíes no sólo están fundadas sino que son más graves de lo que esperábamos", ha explicado Christian Orgaz a los medios locales.
Activista de la Campaña Estatal por el Cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) ha sido una de las organizaciones que ha visitado este fin de semana Melilla para dar cuenta de la "gravedad" de las condiciones que atraviesan los migrantes que intentan cruzar la frontera o se hacinan en los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
"Pedimos la presencia de observadores internacionales", ha añadido Orgaz, "porque la vulneración de los derechos humanos es constante y diaria".
Tras la visita, realizada del 3 al 6 de junio, la comisión entregará un informe al subcomité de Prevención de la Tortura de la ONU y al Comité Europeo de Prevención de la Tortura del Consejo de Europa. En él denuncian "las vulneraciones de derechos en las que están incurriendo los Estados español y marroquí".
También forman parte de este grupo la Coordinadora Estatal para la Prevención y Denuncia de la Tortura, el Grupo de Acción Comunitaria y el Observatorio del Sistema Penal y Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona.
"La visibilización mediática de la valla oculta una violación de los derechos humanos diaria y sistemática", ha insistido Orgaz, que va más allá del perímetro y de las cuchillas, "ya de por sí criminales".
Según su organización, las escenas de migrantes intentando saltar la verja esconden otras realidades que se escapan a los medios: no se habla de los niños desamparados, de las mujeres en riesgo de trata y explotación sexual, de la falta de asistencia sanitaria ni de la vulneración del derecho de asilo. "Nos dicen que el CETI está saturado, pero no se explica, por ejemplo, que esa saturación es debida en parte a los refugiados".
La comisión de derechos humanos ha detectado el "importante número de personas sirias susceptibles de protección internacional, en tanto que desplazadas por el conflicto bélico desencadenando en su país de origen".
Los observadores creen que "no ejercen su derecho a la solicitud de asilo ya que saben que comporta permanecer en Melilla durante meses antes de recibir una respuesta". Familias con niños, la mayoría no escolarizados, subrayan.
