El jefe del Servicio de Inteligencia Exterior alemán (BND), Gerhard Schindler, dispuso inspeccionar ampliamente su departamento por los escándalos de espionaje, comunicó hoy la revista Der Spiegel.
El miércoles 9 de julio, Schindler informó al organismo controlador del Bundestag de que dio la orden de chequear las bases de datos internas del BND.
Según la revista, se trata de averiguar quién de los casi 6.000 empleados del BND solicitó información que no tiene que ver directamente con su trabajo.
El chequeo es consecuencia de los acontecimientos de las últimas dos semanas. El 4 de julio fue detenido un empleado del BND de 31 años, que sacó cinco carpetas con la documentación secreta, la escaneó en casa, puso las carpetas en su lugar y entregó las copias a los servicios secretos de EEUU.
Las carpetas contenían la correspondencia entre el BND y las oficinas de la canciller federal, conversaciones protocolizadas, informe anual del BND y un mapa con sus estaciones en el exterior.
El miércoles pasado fueron registrados el domicilio y el despacho de trabajo de un funcionario del Ministerio de Defensa, también sospechoso de espiar para EEUU.
Ayer el Gobierno alemán anunció la expulsión del país del representante de los servicios secretos de EEUU en la embajada de este país en Berlín.
