Israel y Hamás permanecen en contacto de una manera un tanto rocambolesca con el fin de alcanzar un acuerdo de alto el fuego aceptable para las dos partes, según medios políticos israelíes.
El procedimiento que se sigue es el siguiente: Israel habla con Estados Unidos, Estados Unidos habla con Catar y Catar habla con Hamás. A continuación se procede a la inversa: Hamás comunica su respuesta a Catar, que se la pasa a Estados Unidos y Estados Unidos a Israel.
La ventaja de este procedimiento es que Israel puede dirigirse a Jaled Mashal, el líder de Hamás en el exilio, que reside actualmente en Catar y que es quien negocia en nombre de Hamás.
Según las fuentes políticas israelíes, Mashal se niega a reeditar el acuerdo de alto el fuego de 2012 que ha sido válido hasta ahora sino que exige que Israel levante el bloqueo de Gaza.
Por su parte, Israel pide como contrapartida la desmilitarización de la franja, una condición que es prácticamente imposible que sea aceptada por Hamás.
Mientras se habla de estas cosas, los bombardeos israelíes sobre Gaza continúan y Hamás sigue disparando cohetes contra Israel. Las dos partes dicen estar preparadas para que el conflicto se prolongue aún durante mucho tiempo.
En estos momentos los contactos ya no se hacen tanto como hace unos días a través de Egipto, aunque este canal sigue abierto, debido al recelo que existe entre la dirección de Hamás y el presidente Abdulfatah al Sisi.
Desde el golpe de estado de hace un año, Sisi ha conducido una política muy negativa para con Hamás. Una de sus primeras decisiones tras tomar el poder fue destruir la mayoría de los túneles que comunican la franja de Gaza con Egipto, por los que Hamás introducía en Gaza todo tipo de bienes y armas.
