Moscú no ve que EEUU esté dispuesto a impulsar a Kiev hacia una solución pacífica de la crisis en Ucrania, declaró hoy el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
“No vemos que EEUU esté dispuesto a enviar señales a Kiev para conseguir una resolución negociada del conflicto”, dijo el canciller a la televisión Rossiya 24.
Añadió que la catástrofe del Boeing malasio en el este de Ucrania “debe hacer entrar en la razón” a los partidarios de la opción militar.
Asimismo, declaró que Moscú confía en que EEUU retire su “visto bueno” a la operación contra los independentistas del Este ucraniano.
“Washington decidió dar su visto bueno a (presidente ucraniano Petró) Poroshenko para que aplaste por la fuerza a sus opositores. Es una decisión criminal y espero que la revise”, dijo Lavrov al añadir que en caso contrario “significará que Occidente ha asumido una enorme responsabilidad por el futuro del Estado ucraniano”.
Según Lavrov, no se puede exigir a Rusia convencer a los milicianos deponer las armas.
El jefe de la diplomacia rusa abogó por el diálogo entre Kiev y la resistencia del este del país. En este sentido, señaló que su homólogo estadounidense, John Kerry, todavía no le ha respondido por qué en Irak Washington cree conveniente un diálogo entre el Gobierno y la oposición, mientras que para Ucrania esta posibilidad ni siquiera se contempla.
Agregó que Moscú asumirá la responsabilidad por la seguridad de los observadores de la OSCE que lleguen a Rusia para inspeccionar la situación en la frontera con Ucrania.
Al mismo tiempo, subrayó que Rusia no puede responder por las consecuencias de posibles bombardeos desde el territorio ucraniano durante la visita de los inspectores.
El jefe de la diplomacia rusa confió en la próxima llegada de los observadores. “Solo nos alegraremos por ello”, aseguró.
