La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se reunirá en la noche de hoy con los líderes del Partido de los Trabajadores (PT) en el que milita y los de las dos organizaciones políticas aliadas, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y el Partido Progresista (PP) para definir la campaña electoral que culminará con elecciones el 5 de octubre.
En dichas elecciones, Dilma Rousseff se enfrenta a la reelección con una popularidad que ha caído desde el inicio de las masivas protestas que se iniciaron en mayo de 2013 y que le han hecho perder apoyos, según muestran diferentes encuestas realizadas en las últimas semanas.
Además de la elección del Presidente de la República, los brasileños deben elegir a 27 gobernadores de estado, y renovarán la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
Por ello, el encuentro, que no consta en la agenda oficial de Rousseff, tiene un papel fundamental ya que puede determinar el futuro de las elecciones en la que el PT podría prolongar su estancia en el gobierno que ya dura 12 años.
En la reunión tomarán parte el presidente del PT, Rui Falcão, el responsable de propaganda, João Santana, el tesorero de la campaña, Edinho Silva, y el exministro de la Secretaria de Comunicación Social Franklin Martins, que será el encargado de la campaña a través de internet.
Además, tomarán partido del encuentro el presidente del PMDB, Michel Temer, y el del PP, Ciro Nogueira, que discutirán la función y actuación de cada partido durante el periodo electoral.
La campaña tendrá un papel fundamental a la hora de definir el voto de los brasileños indecisos, especialmente en el caso de una eventual segunda vuelta.
Según dos sondeos publicados la semana pasada, uno del Instituto Sensus y otro del Instituto Datafolha, la actual presidenta continúa liderando las encuestas en intención de voto si bien no conseguiría ganar en la primera vuelta y se enfrentaría a una segunda ronda en la que partiría con un empate técnico frente al candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Aecio Neves.
Según la primera de dichas encuestas la intención de voto de Rousseff cayó del 32,2%, obtenido en junio, al 31,6%, mientras que Neves obtendría un 21,1%, respecto al 21,5%.
El sondeo de Datafolha otorgaba a Rousseff un 36% de la intención de voto, un 20% a Neves y un 8% a Eduardo Campos del Partido Socialista Brasileño (PSB).
El empate técnico en la segunda vuelta haría que Rousseff consiguiese el 36,3% de los votos, frente al 36,2% que obtendría Eduardo Campos, según la encuesta del Instituto Sensus.
Según el estudio de Datafolha, Rousseff aún mantendría una ventaja mayor sobre Neves que el sondeo cifra en cuatro puntos porcentuales.
Por lo que se desprende de estas estadísticas el voto de los indecisos, especialmente en la segunda vuelta, será fundamental para determinar el próximo presidente de Brasil.
