Alrededor de mil emigrantes subsaharianos han intentado en la madrugada del miércoles saltar la valla de Melilla que divide la frontera entre Marruecos y el territorio español.
Sólo unos 150 de ellos lograron alcanzar la parte más cercana a la frontera española, antes de ser expulsados por las fuerzas marroquíes. De ellos, sólo dos se encaramaron en la valla xterior, pero no pudieron pisar finalmente tierra española. Éste ha sido el intento más masivo que ha vivido la zona desde el mes de junio.
Desde el inicio de 2014, se han contabilizado 23 asaltos masivos en esta zona de África, llevados a cabo por más de 10.000 personas de origen subsahariano que esperan el momento idóneo en campamentos levantados por ellos mismos en la zona marroquí para saltar una valla que ha ido creciendo desde su construcción en 1998.
En 2005, en la verja de alambres que tiene una altura de seis metros se colocaron cuchillas que causaban profundos cortes en las manos y piernas de los emigrantes. Las cuchillas se retiraron ante la protesta de numerosas organizaciones de derechos humanos.
En 2013, el Ministerio del Interior español volvió a instalar las cuchillas ante la indignación de movimientos ciudadanos. Según el Gobierno español, gracias a la “malla antitrepa”, sólo el “0,86% de los inmigrantes que han intentado alcanzar Melilla ha conseguido pisar suelo español”.
