En los últimos años el armamento de los piratas que secuestran embarcaciones comerciales ha mejorado considerablemente, considera el jefe de la compañía estadounidense Tactical Intelligence Internacional, Dave Robinson.
El experto en servicios de seguridad de barcos puso como ejemplo las aguas de Somalí, donde en unos cinco o seis años los piratas mejoraron su arsenal y cambiaron su táctica de ataque.
“Ellos han empezado a utilizar armamento pesado y equipamiento especial para subir a bordo y para llevar a cabo operaciones desde el barco principal (mother ship)”, contó Robinson en una entrevista a esta agencia en relación con el quinto aniversario del secuestro del carguero Arctic Sea.
El mercante Arctic Sea que viajaba con 15 marineros rusos de Finlandia rumbo a Argelia desapareció en julio de 2009, secuestrado por un grupo de piratas de Estonia, Letonia y la Federación Rusa. Luego fue hallado en el océano Atlántico cerca de Cabo Verde y rescado por marineros de la Flota rusa del mar Negro.
Robinson aseguró que la presencia de un grupo de seguridad armado es una forma eficaz de defender un barco.
“Antes, la presencia de personal armado a bordo resultaba problemática, ya que los dueños de las embarcaciones no querían aumentar el coste de los viajes y temían correr riesgos adicionales a causa de llevar armas en alta mar”, dijo.
Según sus palabras, a medida que cambiaba la situación, los órganos competentes, entre ellos la Organización Marítima Internacional (OMI), empezaron a recomendar a todos los buques que cruzaban zonas peligrosas recurrir a los servicios de los grupos de seguridad. Cuestan de tres a cinco mil dólares al día, por son el único medio para garantizar un viaje tranquilo.
“En los últimos cinco años hubo cambios considerables en el sistema de seguridad de los barcos y mejoró la coordinación en el mar, lo que disminuyó el número de secuestros e intentos de secuestros”, caracterizó la situación Robinson añadiendo que ningún barco con un grupo de seguridad a bordo fue secuestrado en este periodo.
La comunidad internacional también tomó una serie de medidas para prestar una defensa adecuada a los buques de carga.
“Todo esto, junto con la colaboración de las fuerzas navales de diferentes países, la Fuerza Marítima Europea (NAVFOREUR), la Coalición de Fuerzas Marítimas Combinadas (CMF), Rusia, China y otros países crea condiciones extremadamente difíciles para los piratas”, dijo el experto.
Agregó que en alta mar todos cooperan en la lucha con los piratas. “Cuando estás en el mar, las relaciones son completamente diferentes, son de amistad y existe la tradición de ayudar durante la travesía a otros marineros”, aseguró Robinson.
El experto informó sin embargo que la actividad pirata ha aumentado en otras regiones, pues los delincuentes “han aprendido de la actividad de los piratas somalíes, anteriormente exitosa”.
En el sudeste de Asia cada vez hay más casos de secuestros de barcos y tripulaciones para conseguir rescate; no obstante, la envergadura de la actividad pirata no se considera tan importante como para exigir la presencia de una misión especial.
