La ofensiva israelí en Gaza y las matanzas –los muertos son casi 800, la mayoría civiles– ha provocado la indignación en Cisjordania y también entre los palestinos de Israel, informó corresponsal de esta agencia.
Hoy, último viernes de Ramadán, se esperan protestas en Jerusalén y en diversas localidades de Cisjordania.
Anoche, la manifestación de más de 20.000 personas que salió desde el campo de refugiados de Al-Amaari, en Ramala, hasta el check-point de Qalandia (entre Ramala y Jerusalén) acabó con un muerto y un joven muerto clínicamente, según el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Las fuerzas israelíes reprimieron la protesta contra el ataque a Gaza con munición real y las víctimas recibieron un tiro en la cabeza. Tenían 19 y 27 años.
Al menos 287 palestinos resultaron heridos durante la marcha de protesta, 154 de ellos por fuego real. Los médicos del principal hospital de Ramala hicieron un llamamiento para que la población donara sangre.
El Ejército israelí utilizó gases lacrimógenos, balas de goma y balas reales contra “piedras, botellas, cócteles Molotov y ruedas ardiendo” que lanzaban los manifestantes, según una portavoz del Ejército, que calificó la protesta de “ilegal y violenta”.
En Jerusalén Este –la zona donde viven los palestinos, ocupada por Israel desde 1967– se produjeron enfrentamientos en casi todos los barrios que se han extendido en algunos casos hasta la madrugada.
En la noche de ayer, conocida como Lailat al-Qadr (Noche del Destino), los musulmanes rezan porque el final del Ramadán se acerca. En Jerusalén hubo diversos heridos y al menos 20 arrestados, según la policía israelí.
También se produjeron graves disturbios en protestas en Belén, Tulkarem y Naplusa, en Cisjordania. La semana pasada, al menos 30 personas fueron arrestadas en Haifa (Israel) en una protesta contra el ataque a Gaza. Días después, la policía detuvo a diversos palestinos de Israel en la localidad de Nazaret.
