El Ejército ucraniano y formaciones voluntarias progubernamentales usan lanzamisiles Grad lo que puede calificarse de crimen de guerra, señala un informe publicado hoy en la web de la ONG Human Rights Watch (HRW).
“El uso de cohetes no selectivos en zonas residenciales viola el derecho humanitario internacional y las leyes de guerra y puede considerarse un crimen de guerra”, precisa el informe.
Human Rights Watch llamó a todas las partes del conflicto en el este de Ucrania, “en particular las fuerzas gubernamentales, a cesar el uso de misiles no selectivos en zonas residenciales o cerca de ellas”.
La organización ruega también a los milicianos que no establezcan sus posiciones en barrios poblados para minimizar el riesgo de ataques por parte del Ejército ucraniano contra esas localidades.
Según la entidad, las instalaciones Grad fueron utilizadas al mínimo cuatro veces en los territorios controlados por milicianos entre el 12 y el 21 de julio. Los ataques provocaron la muerte de al menos 16 civiles y decenas de heridos.
La HRW recordó que lanzacohetes Grad es un arma no selectiva que provoca numerosas víctimas entre civiles en zonas residenciales.
Desde mediados de abril, las fuerzas de seguridad ucranianas realizan una operación militar en el este del país contra las milicias independentistas que no reconocen la legitimidad del Gobierno que subió al poder en Kiev en febrero pasado.
Moscú califica de punitiva esta operación especial, que ha causado múltiples bajas a ambos bandos y entre la población civil, y exhorta a Kiev a detenerla inmediatamente.
