El último viernes de Ramadán ha sido trágico en Cisjordania: las protestas contra la ofensiva israelí en Gaza han acabado con cinco palestinos muertos y decenas de heridos por fuego real, pelotas de goma y gases lacrimógenos.
Anoche otro palestino perdió la vida en una manifestación en el puesto de control de Qalandia y uno más resultó muerto clínicamente. Seis fueron alcanzados por disparos de las fuerzas israelíes y uno murió a manos de un colono israelí. Los heridos son más de 200.
En la población cisjordana de Huwwara, cerca de Nablus, un colono se abalanzó sobre los manifestantes con un coche y disparó contra ellos. Mató a uno e hirió a tres más. Las fuerzas israelíes se presentaron en el lugar de los hechos y en los disturbios mató a otro joven palestino.
La versión del portavoz de la policía israelí, Micky Rosenfeld, es que una colona disparó al aire, después de que palestinos lanzaran piedras contra su coche. Pero más tarde se han aclarado los hechos y se ha confirmado que un colono disparó directamente contra los manifestantes.
En Jerusalén, el rezo del último viernes de Ramadán no ha sido tan violento como se esperaba en la Explanada de las Mezquitas, ya que la policía israelí ha tomado la Ciudad Vieja y ha impedido que los hombres palestinos menores de 50 años entraran a rezar.
Durante los disturbios en Jerusalén este ayer por la tarde y la noche y esta mañana, la policía ha arrestado a 39 palestinos. La policía aseguró que 27 de sus hombres habían resultado heridos.
El movimiento palestino Fatah, liderado por el presidente palestino, Mahmud Abás, y otras facciones palestinas han declarado la jornada de hoy como “día de la Ira, en apoyo de Gaza, asediada y sangrante” y han llamado a seguir con las protestas en toda Cisjordania.
