Gaza se sigue desangrando. Los muertos en los ataques de Israel son ya 840 y los heridos, 5.200. Al menos 52 palestinos perdieron la vida el viernes en bombardeos por tierra, mar y aire. Dos de las localidades más afectadas por las bombas han sido Beit Janún, en el norte de la franja, y Jan Yunis, en el sur.
Según testigos, el Ejército israelí ha bombardeado el hospital de Beit Janún, donde se encontraba el personal sanitario, civiles y voluntarios internacionales. Un misil ha impactado contra una ambulancia que iba a rescatar heridos. Un médico ha muerto y otro ha sufrido heridas, según el ministerio de Sanidad.
En la madrugada, los bombardeos israelíes han alcanzado el hospital al-Dura de Gaza y un niño hospitalizado en cuidados intensivos ha muerto. Además, 30 pacientes han resultado heridos. En el barrio de Shayahía, donde el domingo pasado murieron 77 personas en ataques del Ejército, han encontrado siete cadáveres más.
El Ejército israelí ha dado por muerto al soldado desaparecido días atrás que Hamás aseguraba tener en su poder y ha reconocido dos bajas más. Los soldados y oficiales muertos en combate son 35, según un comunicado militar. El Ejército ha asegurado que su último soldado muerto fue atacado desde las inmediaciones de una escuela de la UNRWA.
Los cohetes de grupos palestinos no han dejado de caer sobre territorio israelí, donde las sirenas han sonado en diversas ocasiones y en diferentes poblaciones.
La esperanza de una tregua que el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, parecía haber conseguido para detener la guerra de forma temporal, se han esfumado cuando el Gobierno israelí ha rechazado las condiciones propuestas, según fuentes gubernamentales. Israel estaría presionando para que se mejoren en su favor estas condiciones.
