Moscú espera que nadie intente poner trabas a la investigación del derribo del Boeing malasio en Ucrania, manifestó hoy el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
“Confiamos en que se imponga el sentido común y pase al primer plano la tarea de establecer la verdad y realizar una investigación absolutamente imparcial”, indicó el canciller ruso.
Rusia, según Lavrov, espera que “nuestros socios que desde hace tiempo afirman disponer de ciertas pruebas irrefutables” las presenten públicamente sin “escudarse en la confidencialidad” de los datos.
Señaló además que los criterios de la investigación de la catástrofe del avión malasio se deben acordar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
“Estamos convencidos que los parámetros de esta misión, que ayudará a organizar la indagación, deben aprobarse por el Consejo de Seguridad de la ONU, basarse en su prestigio y estar asegurados por las garantías de seguridad que el órgano supremos de Naciones Unidas puede y debe presentar”, recalcó.
Lavrov subrayó además que las declaraciones de Kiev sobre el cese de las hostilidades de la zona de la caída del MH17 no se corresponden con la realidad.
“Sin duda, lo que Poroshenko afirmó después de la catástrofe, es decir, un moratorio sobre las acciones militares en un radio, si recuerdo bien, de 40 kilómetros alrededor del lugar de la catástrofe del Boeing iba encaminado en la buena dirección, pero, al igual que otras declaraciones de Kiev que, por lo general, saludamos, no se acompaña por medidas prácticas: los combates y los bombardeos continúan”, dijo.
El Boeing 777 de Malaysia Airlines que realizaba el vuelo MH17 de Ámsterdam a Kuala Lumpur, cayó el pasado 17 de julio en el este de Ucrania, en una zona controlada por las milicias que luchan contra Kiev. Murieron todas las 298 personas a bordo, en su mayoría nacionales de Holanda.
Kiev culpó de la catástrofe a los milicianos, que a su vez negaron disponer de armas capaces de derribar aviones a una altura de 10.000 metros.
