Las reformas impulsadas por las diferentes administraciones brasileñas para terminar con las torturas policiales no consiguieron su objetivo, según un comunicado emitido hoy por la organización Human Rights Watch (HRW) a la Presidencia del país y al Congreso nacional.
La organización concluye en su comunicado que la tortura sigue siendo un "serio problema" en Brasil, país en el que desde 2010 se han producido 64 casos de abusos por fuerzas de seguridad o autoridades carcelarias en las que se produjeron situaciones de trato cruel, inhumano o degradante.
En 40 de esos 64 casos las pruebas recogidas por HRW muestran que los abusos llegaron a los parámetros establecidos por la organización como tortura.
Según afirma HRW en su comunicado, estos abusos habitualmente ocurren durante las primeras 24 horas bajo custodia policial, mientras que los detenidos habitualmente deben esperar tres meses o más para que un juez pueda emitir un informe que confirme que se ha producido dicho abuso.
En esas 40 situaciones de tortura estuvieron involucrados, al menos, 150 agentes de policía brasileños.
Según comentó la directora de HRW en Brasil, Maria Laura Canineu, el país "ha dado pasos importantes para confrontar el problema de la tortura, pero es necesario mucho más".
"Mientras los detenidos esperen meses para ver a un juez, es mucho menos probable que se reporten los abusos que han sufrido y cuando estén delante del magistrado las evidencias físicas (de haber sufrido tortura) pueden haber desaparecido", concluyó.
De entre todos los casos documentados, 26 tuvieron lugar en el estado de Sao Paulo, el más populoso de Brasil y que también cuenta con la mayor población carcelaria del país.
En una carta aparte dirigida al gobernador del estado, Geraldo Alckmin, HRW señaló que las autoridades "deben tomar medidas para terminar con el problema, lo que incluye la creación de un organismo para supervisar los posibles casos y patrones de abuso.
El comunicado ha sido enviado solo tres días después de que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunciara la creación de un comité nacional que pretende evitar que se produzcan casos de tortura en comisaría y cárceles del país.
Este comité realizará un informe en el que se recomiende qué medidas tomar para terminar con la tortura en Brasil.
