Si Rusia no presenta una propuesta razonable sobre el pago de los daños pendientes a los exaccionistas de la mayor petrolera rusa Yukos, sus abogados perseguirán activos de la Federación Rusa en jurisdicciones amparadas por la Convención de Nueva York.
"Todas las empresas que pertenecen al Gobierno ruso están potencialmente en riesgo. Las compañías asociadas y otros intereses pueden sufrir una reducción de la cotización en bolsa pero no podemos actuar directamente contra accionistas externos", dijo a Nóvosti Tim Osborne, presidente de GML Ltd, antiguo holding de Yukos.
Precisó que entre los bienes “en peligro” pueden figurar “activos comerciales o inmuebles bajo propiedad de la Federación de Rusia, con exclusión del patrimonio soberano, como embajadas o consulados”.
La víspera, el Tribunal de Arbitraje de La Haya estimó parcialmente la demanda de exaccionistas de la petrolera Yukos obligando a Rusia a pagarles 50.000 millones de dólares, según una resolución de la instancia judicial publicada el lunes en su página web.
Más tarde se supo que Rusia recurrirá ese veredicto.
Según el Ministerio ruso de Finanzas, las conclusiones del tribunal de La Haya “se contradicen abiertamente con las conclusiones” de la Corte de Estrasburgo, que en dos ocasiones reconoció a Yukos culpable de fraude fiscal a gran escala, y afirma que los magistrados “han examinado y aplicado evidencias de manera sesgada”.
