El Departamento de Estado de EEUU ha informado de sanciones a varios funcionaros venezolanos acusados de violaciones de los derechos humanos.
El castigo comprende restricciones para entrar en el país y suspensión de visados, lo que Marie Harf, portavoz del Departamento, entiende como una demostración clara de que su país no admite ciertos comportamientos.
Harf se refiere a las muertes de manifestantes en Venezuela, ocurridas en los últimos meses, y aclara que "aunque no identificaremos a los oficiales (sancionados) por cuestiones relativas a la confidencialidad de las visas, con este paso mantenemos nuestro compromiso: quienes cometen abusos contra los derechos humanos no son bienvenidos en EEUU".
El comunicado del Departamento de Estado también señala que "no sólo debemos negar visas a los 'compinches' de Maduro, sino ampliar las restricciones de visado a los familiares directos de quienes violan los derechos humanos, así como la congelación de sus bienes y propiedades en EEUU".
Aunque fuentes del Departamento de Estado han asegurado a The Wall Street Journal que las sanciones habían sido planeadas mucho antes, lo cierto es que llegan tres días después de que el exdirector de la inteligencia venezolana, el general jubilado Hugo Carvajal, evitara su extradición a Estados Unidos.
Carvajal está señalado desde hace varios años por la DEA y el Departamento de Estado como cómplice de los cárteles colombianos, mientras que la isla de Aruba reconoció finalmente su inmunidad diplomática, así como la posible ilegalidad de su detención.
Su puesta en libertad ha generado una gran frustración en EEUU, al entender que se pierde una oportunidad de oro para demostrar los posibles vínculos entre personalidades clave del régimen de Venezuela y el narcotráfico.
En un artículo de New York Post, feroz con lo que considera una gestión inadecuada del proceso, comentaba que mientras los investigadores antinarcóticos cumplieron con su papel, la diplomacia estadounidense habría fracasado de forma estrepitosa. Lo que el Post no recuerda, y otros medios y comentaristas sí, es que ningún país exporta más petróleo a EEUU que Venezuela. Más allá de las sanciones están en juego importantes intereses económicos.
