Emilio Silva, portavoz de esta plataforma, ha explicado a Nóvosti que Naciones Unidas reclama a España “el cumplimiento de sus obligaciones humanitarias”, ya que el Gobierno firmó hace cinco años la “Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y lesa humanidad”,
“Nosotros llevamos ya 14 años exhumando fosas y buscando a desaparecidos, siempre reclamando las responsabilidades del gobierno” se queja Silva ante una petición de ayuda que casi siempre ha sido denegada. Sólo han recibido pequeñas subvenciones que “nos han servido de muy poco” lamenta.
La Asociación para la Memoria Histórica surgió a raíz de la exhumación de una fosa común en la que se encontraban los restos de 13 republicanos civiles asesinados por un grupo de pistoleros falangistas el 16 de octubre de 1936, entre ellos el abuelo de Silva.
“Numerosas personas acudieron al lugar de la excavación para pedir ayuda en la búsqueda de sus desaparecidos. Y un grupo de personas decidimos crear la asociación para prestarles esa ayuda” explica al portavoz de la asociación que ni siquiera se puede pagar un local.
A principios de julio en un informe del Grupo de Trabajo de Desapariciones Forzosas de la ONU se invita a Madrid a establecer un calendario con “las medidas que pretenden realizar para cumplir todas las recomendaciones que se recogen en el mismo informe, así como las fechas previstas para aplicar cada una de las medidas y aquellas en las que se tenga previsto concluir con el cumplimiento de todas estas recomendaciones”.
Para Silva sería “muy poco serio” que el Gobierno hiciera caso omiso de una petición en la que se le pide cumplir “sus compromisos adquiridos”. Entre otros “que proporcione fondos adecuados para que la Ley de Memoria Histórica pueda aplicarse eficazmente”
El portavoz anuncia que pronto se hará público un nuevo informe redactado esta vez por “el relator de la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de la no repetición”. Silva admite que el Gobierno español “puede diseñar sus respuestas de distintas formas”, ya sea con subvenciones o poniendo al servicio de la búsqueda de desaparecidos organismo públicos científicos y toxicológicos “para avanzar en la identificación de los restos”
Silva dice que siguen exhumando cadáveres con muy pocos medios. “Empezamos en la fosa de León buscando a mi abuelo". "Nunca imaginé la dimensión de esta tragedia”, concluye.
