Más de 50.000 refugiados de la ciudad de Sinjar del norte de Irak se encuentran bloqueados en las montañas sin acceso a agua potable y requieren ayuda médica y víveres, se informa en un comunicado de la ONU publicado por medios de información iraquíes.
Sinjar cuenta con una población de más de 300.000 personas. Según datos de Naciones Unidas, gran parte de sus habitantes se vieron obligados a abandonar sus hogares tras la ocupación de la urbe por extremistas del movimiento Estado Islámico (EI). Unos 30.000 refugiados lograron llegar a localidades vecinas kurdas. Pero la mayor parte se refugió en las montañas cercanas, donde los islamistas les cercaron obstaculizando el suministro de ayuda humanitaria. Se informa que varios niños han muerto por falta de agua potable.
Los activistas del movimiento EI el pasado domingo invadieron las provincias del norte de Irak, habitadas por kurdos. Los extremistas ocuparon tres grandes ciudades, entre ellas Sinjar, y la represa más importante del país en la región de Mosul.
El Gobierno de Irak organizó el suministro de ayuda humanitaria a los refugiados en las montañas. Las fuerzas del Ejército Nacional llevarán a cabo la operación, que incluirá el uso de aviones para arrojar desde el aire las cargas humanitarias. Mientras tanto grupos paramilitares kurdos del movimiento Peshmerga preparan una acción conjunta con las tropas iraquíes para tomar bajo su control Sinjar.
