México y EEUU acordaron un programa para trabajadores migrantes temporales en el vecino estado de California, para vigilar a los contratistas de trabajadores migratorios mexicanos temporales y atender el problema de los niños migrantes que cruzan solos las fronteras, mucho desde Centroamérica.
El convenio fue firmado por la secretaría de Trabajo de México y el gobierno de California, Estados Unidos, diseñado para realizar un programa de “certificación las empresas, organizaciones y agencias de reclutamiento de trabajadores migratorios mexicanos temporales”.
Ambos gobiernos “son consistentes con las preocupaciones para atender de manera integral el fenómeno migratorio, en especial frente al problema de los menores que sin acompañantes cruzan la frontera, el cual se ha agudizado en lo que va del año”, indica un documento emitido por el grupo parlamentario del partido gobernante en el Senado.
Los senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) comentaron que ese programa ayudará en “la seguridad y protección de los derechos humanos de los trabajadores mexicanos”.
Los trabajadores migrantes temporales en la zona fronteriza serán amparados por una visa temporal (H-2), “que posibilita la migración legal y regular de flujos laborales migratorios”, indicaron los legisladores oficialistas.
Este tipo de compromisos, son parte de los acuerdos de la recién realizada Tercera Comisión de la Comisión Permanente del Congreso, y expresa una “voluntad por contribuir a la generación de más empleos para trabajadores mexicanos” en California.
El gobernador de California, Edmund J. Brown y el secretario del Trabajo de México, Alfonso Navarrete, firmaron recientemente una Carta de Intención para cooperar en un programa piloto para trabajadores migrantes.
Se trata de un programa piloto voluntario, con el propósito de evitar abusos en el reclutamiento de trabajadores mexicanos, mediante visas temporales (H-2).
De acuerdo con datos oficiales, Estados Unidos deporta cada año unos 350.000 mexicanos ilegales por distintos puntos de los 3.000 kilómetros de la frontera común.
El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha estado en contacto con su homólogo mexicano Enrique Peña, para abordar la crisis humanitaria de más de 57.000 niños y niñas migrantes solos, centroamericanos y mexicanos, detenidos por la patrulla fronteriza estadounidense desde octubre a la fecha, cinco veces más que en 2012.
