El portavoz del presidente de Rusia, Dmitri Peskov, dijo este martes a The Financial Times que un convoy con la ayuda humanitaria rusa entrará en Ucrania en punto coordinado con Kiev.
“Una columna de camiones con la ayuda humanitaria organizada en cooperación con la Cruz Roja Internacional entrará en Ucrania en un punto coordinado con la parte ucraniana”, informó.
El convoy de 280 camiones Kamaz partió este martes de Alábino, provincia de Moscú. Incluye 400 toneladas de cereales, 100 toneladas de azúcar, 62 toneladas de alimentos para niños, 54 toneladas de fármacos e instrumental médico, 12.000 sacos de dormir y 69 generadores eléctricos de diversa potencia.
Se espera que el convoy llegue a la frontera ucraniana mañana miércoles.
Kiev lleva a cabo desde abril de 2014 una operación especial en el este de Ucrania cuyos habitantes desaprobaron el cambio del poder de febrero de este año y proclamaron las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk.
Según datos de Naciones Unidas, más de 1.100 civiles murieron y más de 3.400 resultaron heridos hasta el 26 de julio pasado a raíz de esa operación. Moscú la califica como punitiva e insta a Kiev a cesarla sin dilaciones.
Perspectivas del conflicto en el sureste de Ucrania
Moscú calificó de irresponsable la postura del actual Gobierno de Kiev, por desatender los problemas humanitarios en el sureste de Ucrania, y subrayó la necesidad de movilizar a la comunidad internacional para proporcionar urgente ayuda a los habitantes de Donetsk y Lugansk, donde la situación raya en una catástrofe humanitaria.
La semana pasada, Rusia propuso en el Consejo de Seguridad de la ONU enviar a Ucrania una misión humanitaria internacional bajo auspicios y con acompañamiento de la Cruz Roja Internacional.
El 11 de agosto, el canciller ruso Serguéi Lavrov informó que Rusia logró corodinar con Kiev y la Cruz Roja el envío de la ayuda humanitaria al este de Ucrania y expresó la esperanza de que Occidente no le ponga trabas.
La Cruz Roja por su parte comunicó que sus representantes se reunieron con funcionarios rusos y ucranianos para firmar un documento en que se hacía constar que la ayuda humanitaria se suministrará a Ucrania “respetando los principios de neutralidad, independencia e imparcialidad”.
