La Policía de Kiev recibió más de 230 falsos avisos de bomba desde los inicios del año, informaron en el Ministerio del Interior del país eslavo.
“Este año la Policía capitalina registró más de 230 llamadas anónimas que alertaban de colocación de bombas”, dice un comunicado.
Según la nota, los artefactos explosivos suelen ser “colocados” en edificios estatales, judiciales, estaciones de metro, de tren, escuelas y otros objetos de infraestructura, ubicados principalmente en lugares públicos.
En el marco de las investigaciones instruidas a raíz de las llamadas de bomba, ya fueron detenidas varias personas.
Cada dispositivo desplegado tras aviso de bomba cuesta a las fuerzas del orden ucranianas más de 30.000 grivnas, es decir unos 2.300 dólares.