El presidente de la Rada Suprema (Parlamento ucraniano), Alexandr Turchínov, declaró, tras un encuentro con la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, que Kiev necesita ayuda militar de Occidente.
“Creemos que llegó la hora cuando Ucrania necesita no solo apoyo moral sino también ayuda militar”, dijo.
Los actuales acontecimientos son un “desafío no solo para Ucrania”, dijo, por lo que "todos los países civilizados deben unirse" para cesar las hostilidades.
Anteriormente, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, se pronunció por fortalecer la cooperación de la Alianza con Ucrania y prometió apoyo para consolidar y modernizar las Fuerzas Armadas ucranianas.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que la asistencia militar de la OTAN y la Unión Europea a Kiev contradiría a todos los acuerdos alcanzados sobre la necesidad de cesar el fuego y comenzar las negociaciones.
El 17 de abril los representantes de Rusia, EEUU, la Unión Europea y Ucrania aprobaron en Ginebra una Declaración sobre la crisis ucraniana, que llamaba a las partes del conflicto a renunciar a la violencia, desarmar los grupos armados ilegales, desalojar los edificios ocupados y entablar un diálogo nacional sobre la reforma constitucional.
