El republicano David Rivera, figura clave de la política en Florida y congresista durante varias legislaturas, ha sido formalmente acusado como co-conspirador en la supuesta financiación ilegal de la campaña de un candidato demócrata. La noticia del fraude electoral ha sido confirmada por el fiscal del distrito Thomas Mulvihill, a instancias del juez de caso, Robert Scola.
Según la fiscalía, Rivera habría fabricado artificialmente un aspirante a las primarias demócratas con el objetivo de desbancar al que posiblemente sería su rival, Joe Garcia, quien finalmente ganó las elecciones. El New Herald, que ha seguido el caso desde el primer momento, explica que el candidato postizo, Justin Larmad Sternad, fue abordado por Rivera y una amiga suya, Ana Alliegro, para que presentara su candidatura. A tal fin, Sternad, que vivía una situación económica desesperada, recibió fondos presumiblemente proporcionados por Alliegro y Rivera, así como asesoramiento y logística. Tanto Sternad como Alliegro se encuentran actualmente en prisión, el primero condenado a siete meses y la segunda pendiente de que en septiembre se celebre su juicio.
Todos los analistas coinciden en será clave el testimonio de Alliegro, pues habría pactado con la fiscalía una rebaja de su condena a cambio de colaborar. La carrera del hombre que durante varias legislaturas fue voz destaca de los republicanos en Florida, y que en principio tenía previsto repetir como candidato al Congreso, podría tener las horas contadas. Hasta 81.000 dólares habrían sido derivados a la campaña de Sternad, mientras Rivera se niega a conceder declaraciones y apura los últimos días antes de las primarias.
